Son muchos los trabajos realizados por el alumnado del Centro la semana previa al día 25 de noviembre. Una muestra es el siguiente microrrelato escrito por la alumna de 3º ESO B, Judith Rodríguez Fariña.
DESPUÉS DE LA TORMENTA, LLEGA LA CALMA
En la casa las ventanas permanecen abiertas, pero esta vez entra una luz celestial y el frío de la calle abraza a Verónica que está en un rincón del salón. Secándose las lágrimas trata de olvidar que una vez más su marido le ha pegado. Camina despacio al baño, con la ropa arrancada y miles de moretones y cicatrices en su piel.
Se encuentra con el espejo del baño, pero pasa sin mirarlo. Se mete en la ducha tratando de olvidar aquellas sucias manos que la golpearon con fuerza y con rabia se quita la sangre de su cara dolorida. Al salir entra en la habitación de su hijo que tumbado en la cama llora amargamente tapándose los oídos. Verónica lo abraza e Isaac, acariciándole sus ojos húmedos le dice:
- Mamá, no quiero que venga papá.
Verónica reflexionó, se vistió y con su rostro al descubierto fue a la comisaría más cercana del barrio.
FIN.
DESPUÉS DE LA TORMENTA, LLEGA LA CALMA
En la casa las ventanas permanecen abiertas, pero esta vez entra una luz celestial y el frío de la calle abraza a Verónica que está en un rincón del salón. Secándose las lágrimas trata de olvidar que una vez más su marido le ha pegado. Camina despacio al baño, con la ropa arrancada y miles de moretones y cicatrices en su piel.
Se encuentra con el espejo del baño, pero pasa sin mirarlo. Se mete en la ducha tratando de olvidar aquellas sucias manos que la golpearon con fuerza y con rabia se quita la sangre de su cara dolorida. Al salir entra en la habitación de su hijo que tumbado en la cama llora amargamente tapándose los oídos. Verónica lo abraza e Isaac, acariciándole sus ojos húmedos le dice:
- Mamá, no quiero que venga papá.
Verónica reflexionó, se vistió y con su rostro al descubierto fue a la comisaría más cercana del barrio.
FIN.